jueves, 19 de abril de 2012

Janatomo (Madrid)


Tipo de cocina: Japonesa
Precio: Carta, unos 25€. Menús entre 15 y 42€.


He dudado bastante, por aquello del simbolismo que supone, qué lugar sería el que elegiría para la primera entrada del blog... y al final me he decidido por este excelente restaurante, tanto por ser relativamente desconocido como por ser uno de mis preferidos en Madrid.

Lo primero -y lo mejor- que se puede decir de Janatomo (en japonés, 'amigo de las flores'), es que es un auténtico restaurante nipón. En estos días de fusión, exotismo y modas culinarias, resulta gratificante encontrar un restaurante de propietarios japoneses, cocineros japoneses, camareros japoneses e, incluso, comensales japoneses (toda una garantía de lo auténtico del lugar). Si a eso le sumamos unas instalaciones impecables, donde se puede elegir entre un conjunto de salas acristaladas -que dotan de cierta intimidad sin resultar agobiantes-, la clásica barra frente al cocinero y hasta un reservado, el conjunto es extremadamente recomendable. Además, en estos tiempos de crisis (y en realidad, en cualquier otro), tampoco son desdeñable sus más que razonables precios; máxime para un restaurante de comida japonesa.

El local tiene una curiosa historia. Originariamente se encontraba en el número 31 de la misma calle, y era si cabe más auténtico... como sacado de una película de samuráis: oscuro, todo de madera y con mesas bajas con centro giratorio; sin embargo, en aquellos tiempos (Tomoyuki y Eiko Ikenaga, el matrimonio que regenta el local, llevan en España desde los años 70) no era ésta una característica que se apreciara mucho, por no hablar de la excentricidad que suponía el gusto por el pescado crudo, así que la comida japonesa era apenas una rareza de la carta, y el restaurante sobrevivía a base de servir comida china. El caso es que, por uno de esos conflictos de los que la proverbial discreción japonesa nos impedirá saber nunca los detalles, Janatomo fue reabierto en el local actual, perdiendo algo del sabor añejo de la decoración, pero ganando unas instalaciones modernas, pero respetuosas con la tradición y la decoración japonesas, y, sobre todo, una extensa y excelente carta de auténtica comida nipona. En el anterior local, que quedó en manos de uno de los antiguos cocineros, se ubica ahora un restaurante de comida china y japonesa al que considerar 'del montón' sería hacerle un gran favor. Sigue siendo oscuro, pero ahí acaban las similitudes con lo que fue, y hace bien la web de Janatomo en negar expresamente toda relación con su anterior ubicación.

Por lo que respecta a la comida, la carta es tan extensa y mantiene un nivel de calidad tan estable, que todo se reduce a una cuestión de gustos. Personalmente, opino que lo ideal es pedir varios platos para compartir entre los comensales. Sobre esta base, los menos iniciados no tendrán problemas en tomar unas 'gyozas' (pequeñas empanadillas, generalmente cocinadas al vapor, de nombre y tradición japonesa, aunque de origen chino, servidas en una original rejilla de madera), complementar con 'tempura' y algo de arroz o pasta (recomendaría el 'sousu-yakisoba', tallarines fritos salteados con verduras y cerdo), experimentar con el excelente 'sushi moriawase' (surtido de sushi con 'makis' -rollos de pescado, arroz y algas 'nori'- y 'naguiris' -bolas de arroz con pescado encima-) y, si los estómagos no son demasiado remilgados, probar con un 'sashimi moriawase' (surtido de pescado crudo con una bonita presentación). Los que estén en un nivel más avanzado siempre pueden prescindir de lo anterior (o pasar de los surtidos y seleccionar directamente su 'sashimi' o 'sushi' favorito), así como descubrir delicias como la 'unagui-kabayaki' (una anguila con salsa 'teriyaki' verdaderamente espectacular) o alguna de las 'udon' (fideos gruesos generalmente servidos en auténticas sopas al más puro estilo japonés).

Respecto a la bebida, aunque no son para mi gusto grandes cervezas, el que quiera ser más auténtico puede pedir una Asahi o una Sapporo (cuidado, que ésta viene en lata de 500ml.), y en cuanto a los postres, el flan de sésamo y el plátano frito con miel tienen un aspecto poco recomendable... pero son absolutamente imprescindibles. Los amantes de las infusiones podrán disfrutar del espectacular 'té japones', preparado con hoja fresca y unas semillas de sésamo, y, ya que estamos en un japonés, no debería haber problema en facilitar la digestión con un buen 'sake', que podemos pedir frío, aunque la tradición japonesa sea tomarlo templado.

En definitiva, y para concluir, Janatomo es un excelente restaurante de auténtica comida japonesa, servicio agradable e impecables instalaciones, perfecto tanto para almorzar un día con prisa, comer con los amigos o tener una cena romántica, y que ha creado escuela hasta el punto de que, al margen de lo imprescindible de tener una reserva para conseguir mesa, en la calle en que se ubica han surgido restaurantes japoneses como setas... pero no se engañen, porque Janatomo sólo hay uno.

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