Tipo de cocina: Japonesa
Precio: Carta, unos 25€. Menús entre 15 y 42€.
He dudado bastante, por aquello
del simbolismo que supone, qué lugar sería el que elegiría para la primera
entrada del blog... y al final me he decidido por este excelente restaurante,
tanto por ser relativamente desconocido como por ser uno de mis preferidos en
Madrid.
Lo primero -y lo mejor- que se
puede decir de Janatomo (en japonés, 'amigo de las flores'), es que es un
auténtico restaurante nipón. En estos días de fusión, exotismo y modas
culinarias, resulta gratificante encontrar un restaurante de propietarios
japoneses, cocineros japoneses, camareros japoneses e, incluso, comensales
japoneses (toda una garantía de lo auténtico del lugar). Si a eso le sumamos
unas instalaciones impecables, donde se puede elegir entre un conjunto de salas
acristaladas -que dotan de cierta intimidad sin resultar agobiantes-, la
clásica barra frente al cocinero y hasta un reservado, el conjunto es
extremadamente recomendable. Además, en estos tiempos de crisis (y en realidad,
en cualquier otro), tampoco son desdeñable sus más que razonables precios;
máxime para un restaurante de comida japonesa.
El local tiene una curiosa
historia. Originariamente se encontraba en el número 31 de la misma calle, y
era si cabe más auténtico... como sacado de una película de samuráis: oscuro,
todo de madera y con mesas bajas con centro giratorio; sin embargo, en aquellos
tiempos (Tomoyuki y Eiko Ikenaga, el matrimonio que regenta el local, llevan en
España desde los años 70) no era ésta una característica que se apreciara
mucho, por no hablar de la excentricidad que suponía el gusto por el pescado
crudo, así que la comida japonesa era apenas una rareza de la carta, y el
restaurante sobrevivía a base de servir comida china. El caso es que, por uno
de esos conflictos de los que la proverbial discreción japonesa nos impedirá
saber nunca los detalles, Janatomo fue reabierto en el local actual, perdiendo
algo del sabor añejo de la decoración, pero ganando unas instalaciones
modernas, pero respetuosas con la tradición y la decoración japonesas, y, sobre
todo, una extensa y excelente carta de auténtica comida nipona. En el anterior
local, que quedó en manos de uno de los antiguos cocineros, se ubica ahora un
restaurante de comida china y japonesa al que considerar 'del montón' sería
hacerle un gran favor. Sigue siendo oscuro, pero ahí acaban las similitudes con
lo que fue, y hace bien la web de Janatomo en negar expresamente toda relación
con su anterior ubicación.
Por lo que respecta a la comida,
la carta es tan extensa y mantiene un nivel de calidad tan estable, que todo se
reduce a una cuestión de gustos. Personalmente, opino que lo ideal es pedir
varios platos para compartir entre los comensales. Sobre esta base, los menos
iniciados no tendrán problemas en tomar unas 'gyozas' (pequeñas empanadillas,
generalmente cocinadas al vapor, de nombre y tradición japonesa, aunque de
origen chino, servidas en una original rejilla de madera), complementar con
'tempura' y algo de arroz o pasta (recomendaría el 'sousu-yakisoba', tallarines
fritos salteados con verduras y cerdo), experimentar con el excelente 'sushi
moriawase' (surtido de sushi con 'makis' -rollos de pescado, arroz y algas
'nori'- y 'naguiris' -bolas de arroz con pescado encima-) y, si los estómagos
no son demasiado remilgados, probar con un 'sashimi moriawase' (surtido de
pescado crudo con una bonita presentación). Los que estén en un nivel más
avanzado siempre pueden prescindir de lo anterior (o pasar de los surtidos y
seleccionar directamente su 'sashimi' o 'sushi' favorito), así como descubrir
delicias como la 'unagui-kabayaki' (una anguila con salsa 'teriyaki' verdaderamente
espectacular) o alguna de las 'udon' (fideos gruesos generalmente servidos en
auténticas sopas al más puro estilo japonés).
Respecto a la bebida, aunque no
son para mi gusto grandes cervezas, el que quiera ser más auténtico puede pedir
una Asahi o una Sapporo (cuidado, que ésta viene en lata de 500ml.), y en
cuanto a los postres, el flan de sésamo y el plátano frito con miel tienen un
aspecto poco recomendable... pero son absolutamente imprescindibles. Los
amantes de las infusiones podrán disfrutar del espectacular 'té japones',
preparado con hoja fresca y unas semillas de sésamo, y, ya que estamos en un
japonés, no debería haber problema en facilitar la digestión con un buen
'sake', que podemos pedir frío, aunque la tradición japonesa sea tomarlo templado.
En definitiva, y para concluir,
Janatomo es un excelente restaurante de auténtica comida japonesa, servicio
agradable e impecables instalaciones, perfecto tanto para almorzar un día con
prisa, comer con los amigos o tener una cena romántica, y que ha creado escuela
hasta el punto de que, al margen de lo imprescindible de tener una reserva para
conseguir mesa, en la calle en que se ubica han surgido restaurantes japoneses
como setas... pero no se engañen, porque Janatomo sólo hay uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar. Por favor, respeta la ortografía y al resto de usuarios.